Las Garrapatas

Al igual que con las pulgas, las garrapatas (Ixodoidea) son un problema común en los hogares que tienen mascotas o bien donde las hubo, en especial perros.

Las garrapatas pertenecen a una superfamlia de ácaros y a la clase arachnida, es decir, a la misma familia de arañas y alacranes. Su comportamiento obedece al de un ectoparásito hematófago (se alimentan de sangre) y su peligro radica en que son vectores responsables de enfermedades infecciosas tales como el tifus. Actualmente se encuentran a lo largo de todo Chile

Entre sus daños está el generar anemia en nuestras mascotas además de la transmisión a nuestros perros de una bacteria llamada Erlichia, que afecta a glóbulos blancos y plaquetas además de órganos como el hígado y riñón. Su picadura es dolorosa al momento de introducir su aparato bucal produciendo un efecto similar al de un corchete. Una vez adherida a la piel comienzan a secretar saliva anticoagulante que les permite succionar una gran cantidad de sangre, aumentado la hembra hasta 10 veces su tamaño.

Aunque su huésped más común es el perro, también pueden afectar a los gatos y en la medida que no se genere un control eficiente, pueden incluso llegar hasta el ser humano, con un gran riesgo zoonótico. En la mayoría de los casos, cuando una garrapata se hospeda en un humano, obedece a un entorno de gran riesgo sanitario.

Existen alrededor de 800 tipos de garrapatas, son responsables de la transmisión de un sinfín de bacterias a los seres humanos y animales, pueden transportar y difundir una gran variedad de organismos que causan enfermedades.

Una patología atribuida directamente a la garrapata es la enfermedad de Lyme, con síntomas que van en los seres humanos desde un estado gripal a una parálisis parcial o total del sistema nervioso, llegando incluso a producir la muerte.

Los días de verano y primavera son los favoritos para las garrapatas. Al estar usted en contacto con pasto o naturaleza puede estar muy cerca de estos pequeños arácnidos que pasan desapercibidos y quieren de su sangre para alimentarse.

A diferencia de las pulgas, las garrapatas no saltan y tienen poca capacidad de desplazamiento, es por esto que esperan pacientemente en lo alto del césped para adherirse a su huésped al tener contacto. Antes de comenzar a alimentarse, estos ectoparásitos son pequeños, no mayor al tamaño de una lenteja, presentando dismorfismo sexual donde el macho es más oscuro y posee una especie de escudo. En estado adulto poseen cuatro pares de patas y juvenil tres.

Una de sus características es que tienen la capacidad de quedar en latencia, cuando las condiciones ambientales no son favorables o no hay huéspedes cerca, por lo que pueden estar presente en los ambientes por largo tiempo, incluso años y reactivarse cuando las condiciones climáticas y/o de alimentación se lo permitan.

Las garrapatas hembras ponen cerca de 3.000 a 4.000 huevos en solo una camada, por lo que la colonia puede crecer rápidamente.

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